_La Quiaca parece uno de esos pueblos en lo que no sucede absolutamente nada. Eso sería así si no fuera porque queda en la frontera con Bolivia. Los quiqueños nos ven pasar cargados con nuestras mochilas y no se asombran. Somos otros más que quieren cruzar la frontera.
_ Villazón es Bolivia. No importa que estemos cerca de Argentina. Las casas, el ambiente, los aromas, todo se va decantando y transformándose. El hostal nos recibe con una cama muy abrigada. La segunda noche en tierra es más tranquila. Con Santi no podemos dormir y nos divertimos divagando sobre la vida. Mi cama esta al lado de una ventana en la que de vez en cuando aparecen figuras misteriosas que intentan mirar para adentro… y se retiran.
_Mañana hay que buscar los pasajes para el tren. Me mareo por la altura y no ceno. Al otro día desayunaré con un hambre feroz… y me volveré a marear en la estación.
4 comments:
Eso de los mareos... ¿no estarás embarazado?
Sí, es de la Altura. Y va a ser varón.
¿El padre es quien pienso que es?
Ups..., completo el viaje.
Sigue, sigue, eimb; que estás brillando como cronista.
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