- Fue eso lo que me dolió.
No fueron sus caricias de indiferencia. Ni siquiera sus ojos inocentes. Apenas sus rechazos parecieron afectarlo. Fue esa mirada perdida. Perdida en otro contexto. En otra idea. En otra persona. En otro tiempo. Ver como sus ojos seguían ese otro lugar con anhelo incomprendido, lo había devastado de manera incalculable.
- Fue eso lo que me dolió – pensó de nuevo. Y dejó el libro en la mesa de luz. Y apoyó la cabeza en la almohada. Y apagó la luz.
2 comments:
Poeta, poeta.
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