Monday, October 22, 2007

Qué elegancia la de Francia

Cada vez que veo que le gritan algo a una mujer en la calle me da cosa. Yo nunca lo hago (lo que no significa que no piense lo que le gritan). No es que algunas mujeres no se lo busquen (algunas se visten de una manera que parece que tuvieran un neón que dice “¡Grítenme, por favor!”).

Lo cierto que esta mina se lo buscó. Calor, mucho calor, eso no lo niego. Pero la musculosa que llevaba era tan chica que insinuaba lo no insinuable. Un par de epítetos elegantes salieron de una obra de la cuadra (¡Cómo te parto! ¡Pero que…!). Yo los miré con cara rara. En seguida saltó un grito.

“¿Qué? Me vas a decir que vos no…”. La verdad es que tenía razón. Yo sí.

1 comment:

El otro yo said...

Hombres, hombres no pueden con su condición y el calor los deja aún peor.