- No tengas miedo linda – dije Luís a su hija-, es sólo hielo. Vamos, dame la mano.
Gabi puso el primer pie sobre la pista de hielo mientras alzaba su mano para que su padre la tomara. Se abrazó fuerte a él apenas su otro pie tocó la pista.
- ¿Ves?, no es nada.
Con mucho miedo, la hija comenzó a deslizarse por la pista, siempre tomada muy fuerte de la mano de su padre.
- Vamos, querida. Prueba tu sola.
- No quiero, pa. ¡Por favor, no quiero!
- Pero no es nada linda. Vamos, inténtalo.
El padre soltó la mano de su hija y ella comenzó a andar sola. Tambaleó un momento pero luego pudo afirmarse y comenzó a dar vueltas por la pista.
1 comment:
¡Oso!
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