Wednesday, October 8, 2008

Dueleeeeeeeeee

El fútbol es injusto le escuché decir a varios jugadores. Y la verdad que no entendía el porqué. Pero la pelota se mancha…, o más bien, nos mancha.

Fui a buscar el centro, no con esperanza de llegar, ya que todos conocemos mi corta estatura, sino por templanza, por entereza física, por calidad. Calidad. Eso. Estaba pasando mi mejor momento futbolístico de los últimos 22 años (tengo 22 años). Y chasss. Salté, porque sabía que algo podía hacer. El defensa sólo se molestó en empujarme y mi anticipo logró dar con la pelota. Lo que sucedió después: tragedia.

Al caer al suelo, mi rodilla derecha amortiguó la caída de tal forma que todo mi cuerpo se balanceó sobre ella lo que provocó que la misma se retorciera por unos instantes. Sí, se me dobló la rodilla. Así como cuando intentamos sacarle el agua a un trapo de piso o franela de lavar. Después: dolor.

El fútbol es injusto. Ahora me dedico a juntar cubitos de hielo en una bolsa.

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