Wednesday, August 6, 2008

Blanca irradiante

No recuerdo si ya lo comenté y disculpen si soy reiterativo en conceptos, pero debo referirme, o volver a referirme, a lo poco atractivo que resulta para mí una mujer vestida de novia. La mujer lista para acercarse al altar, no siendo este último acto condicionante de mi desencanto –aunque podría serlo-, resulta absolutamente desorotizante para mí.

La abundancia en maquillaje es uno de los problemas. Kilos y kilos, una capa gruesa de revoque que forma una buena base que perfectamente podría tomarse como una piel más, sólo me ayuda a perderme la cara de la novia.

Otro problema podría ser el escote. Ahora cuando hablamos de escote, debe ser un escote. Un escote, por lo que llamamos escote –discúlpenme por repetir la palabra-, tiene la condición fundamental de atraer la mirada del hombre. Debe mostrar. Nada de arrimarse un poquito. Mostrar. Cuando el escote se pone caprichoso y asoma poco, es decir, muestra poco, ya no es escote.

La producción en el vestido tampoco ayuda. Toda esa pomposidad, el blanco que encandila hasta a los camarógrafos, y la cola. ¿Por qué tan larga esa cola? ¿Es necesario? Pienso que cuando la cola del vestido se empieza a trancar en su camino, no es una buena señal, algo va a salir mal.

- Qué linda está la novia, ¿no? –dice mi madre.
- No, la verdad que no.

5 comments:

Sergio said...

Yo creo que va todo por un aspecto eminentemente práctico.
Teniendo en cuenta que todos y cada uno de los invitados han de pasar por delante de la novia para felicitarla y besarla, un escote generoso daría lugar a largas colas de espera, sobre todo por parte de la sección masculina invitada al evento; el maquillaje, abundante y protector, dan la excusa perfecta para obsequiar con los famososo "besos al aire", que dan las novias, evitando así demasiado contacto físico.
"Muac, Muac, perdona es que se estropea el maquillaje".

Por lo demás, me consta que las madres que aseguran "Que linda está la novia", se autocensuran el final de la frase, "... pero yo lo estaba más."

PD Evito mencionar otra frase que se autocensuran mucho más, "... y tu padre estaba fantástico, y no como ahora con esa tripa que..."

Ignacio Bermúdez said...

De acuerdo con lo del escote. Pero cuando se va a una boda ajena (es decir, no tenemos nada que ver con los que se casan), el escote se convierte en el divertimento de la noche.

eresfea said...

Haz caso a tu madre...

Coppelia said...

Me hiciste reir emb, como siempre. Pero el dicho lo dice, "no hay novia fea ni muerto malo"

Hugo Hernández Martínez said...

No estoy de acuerdo las afirmaciones de esta entrada. Tiendo a creer que la novia vive, posiblemente, uno de los días más felices, y no creo que haya algo más agrdable y hermoso que una mujer feliz.