La primera escalera del faro de La Paloma es de caracol, y cerrada, muy cerrada. Tan cerrada que es difícil embocarle a los escalones.
La segundo escalera es también de caracol, pero más abierta, un poco más “fácil” de subir, pero agotadora.
La tercera tiene una similitud con una escalera de bomberos, muy vertical y difícil de subir.
El cansancio se premia con una viste fenomenal. Vencer los 143 escalones tiene su premio… La bajada es otra cosa.
4 comments:
Gracias por el recuento.
143 ó 286 (ida y vuelta).
Yo que vos llevaba el paracaidas y mataba dos pájaros de un tiro. O quizá tres, si te escrachabas contra una roca. Abrazo Eimb.
la bajada es peor: constantemente buscando la puerta de salida que indique que se acabó la claustrofobia. Pero ella se niega en aparecer. Y encima hay que aguantar los comentarios de los niños que bajan adelante diciendo que es tan divertido subir a los faros!
Igual,peor es el de Cabo Polonio, ¿o no?
Me quedo con el de La Paloma, emma. Eres fea: No conté nada, lo leí en un cartel... gracias por la nota(jeje)...
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