Wednesday, December 23, 2009

Ahorro

Abrí la heladera con (un) hambre impetuosa. Comencé a revisar los diferentes niveles en búsqueda de un alimento que saciara mi vacío cuando escuché un chistido. Pssszz. Pssszz. El chancho, pelado de pies a cabeza, con la piel tan blanca que brillaba y con el abdomen abierto de par en par (y relleno con abundante adobo) me miraba fijo.

- Disculpá flaco, te va a llevar mucho rato esto.
- Bueno..., no sé.
- Ta. Sabés lo que pasa, si me dejás la puerta abierta se me va todo el frío. Y a fin de cuentas, todo esto lo estás pagando vos..., es como tirar la plata por el water.
- Bueno. Perdón.
- No pasa nada, lo digo por vos.

Cerré la heladera. Pensé bien qué quería. La volví a abrir. Tomé dos cosas con gran audacia y volví a cerrarla con rapidez. A veces no nos damos cuenta, pero es muy importante ahorrar energía, sobre todo cuando hay cerdos de por medio.

2 comments:

ANONETOY said...

como el lechón de casa tiene una manzana en la boca, no dice ni pío.

¡Feliz Navidad!

eresfea said...

¡Feliz y cálida Navidad!