Friday, November 2, 2007

Jorge Luís

Pasé las últimas hojas de Ficciones (de Borges). Leía sin pausa hasta que de repente me encuentro con un par de hojas en blanco. Quedó perplejo. Leí el final de la última hoja escrita y había una palabra sin terminar (con guión), lo que inevitablemente confirma que se trata de un error de impresión.

Más tarde comencé a pensar que quizá no era una error, sino que se trataba de otra genialidad del autor. Que, intencionalmente, dejó esas hojas en blanco para que el lector se sintiera libre de expresar o de imaginar lo que quiera. Para que el universo del receptor se una en sintonía con el del emisor. Para que juntos podamos encontrarle un final a la historia. El cierre que se merece el protagonista. La reflexión que amerita a la ocasión. La solución que termine con el conflicto…

Mañana voy a la librería a pedirles que me lo cambien.

1 comment:

eresfea said...

Qué borgiano, ¿estaban las páginas levemente amarilleadas por la edad?