- Eh…, me parece que ese es mi carro.
- ¿Sí?
- Sí señora.
- ¿Estas seguro?
- Podría describir el contenido del carro de memoria, y de no ser así, tengo una lista.
- Ah, bueno…
Silencio incómodo. Me mira y me dice:
-Perdón joven.
Era obvio que no era su carro. Ninguna mujer de su edad -70 y pico- lleva en su carrito tres desodorantes, hojas de afeitar de repuesto y cuatro cervezas.
Me secuestraron el carrito en pleno supermercado. Y después dicen que la inseguridad es una sensación térmica, pucha carajo.
9 comments:
JAJA. Me imagino tu cara increpando a la vieja,
un poema. Es verdad que no es una sensación térmica. Diaz, Renunciaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
¿De que le sirve robarte el carrito si después tiene que pagar en la caja?
Supongo que robaba por robar. Hoy en día,más que sensación térmica, es todo un arte (y pasión de multitudes). Creo que la deserción futbolera se compensa por esa rama.
Seguro que la vieja estaba drogada con pasta base. Ahora la gente tiene que estar drogada para robar. Deberías hacer la denuncia peritnente en ZUR.
No es lo mismo "perdón joven" que "perdón, joven". Esa señora es una audaz en el uso del lenguaje, no me cabe duda.
Coincido con eresfea, tampoco es lo mismo decir "dos tazas de te"...
Perdón por desvariariar en blog ajeno.
Sigue así eresfea, refregándome tu pedagogía, sigue así...
eimb, no diré donde le falta la coma en esta ocasión, je, je... Pero alguna salida tengo que encontrar en medio de mi desastre futbolístico. ¡Ay!
Abrazo.
JAJA. Conste que no dije nada. Abrazo. Se extrañan esas charlas de fútbol y de la vida...
no entendi!!!!!!!!!!!!!!!!
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