
Saturday, July 25, 2009
Licenciando

Sunday, July 19, 2009
Eres fea
Recuerdo su intensa curiosidad por saber cuál era tu gusto. Pero fue difícil que me entendiera. Primero afirmó: Tú leerás Capote. El día de la primera práctica se acercó a mi ordenador. ¿Y, qué tal?. No sé…, bien…, muy interesante por cómo se debate el tema de la ejecución y cómo se hace denuncia de eso… Su cara mostró frustración. El segundo libro lo fui a buscar a la otra semana. Me miró. Pronunció mi apellido en voz alta y comenzó a revisar las diferentes pilas de libros que había sobre su escritorio. Esto te va a gustar. En su tono se notaba una alta intención de decir que me estaba pasando un libro que era una arma de destrucción masiva. Salí del despacho intentando saber a qué se debía esa expresión. Leí el primer cuento. Una nueva vida…, Decidí comenzar una nueva vida… Ese fue el día que eresfea me presentó a Mrozek. Y no he sabido cómo agradecerle.
Saturday, July 18, 2009
Nudo
No recuerdo quién me enseñó a hacerme el nudo de la corbata. No fue mi padre. Tengo muy pocos recuerdos de él, y dentro de ellos no entran sus enseñanzas sobre corbatas… Fue una mañana, cuando ya me había ido a vivir solo a un apartamento cerca de mi vieja casa, cuando Julia me preguntó eso.
- ¿Quién te enseñó a hacerte el nudo?
Empecé a usar corbata cuando comencé a trabajar. Nunca antes la había usado salvo para casamientos o fiestas de quince. Sin embargo siempre supe cómo hacer el nudo. La primera vez que Julia me vio ponerme la corbata, ella se acercó como cumpliendo con una tarea y comenzó a armar el nudo. Yo le quité la mano y le dije que podía solo.
- ¿Nunca antes te había visto usar corbata?
- Es lo que tiene trabajar.
- ¿Y cómo sabes hacer el nudo?
Con Julia las cosas siempre tambaleaban. Yo la amaba, claro. No por su cuerpo particularmente. Tenía un cuello demasiado corto que no tenía mucho que ver con su largas piernas. Era más alta que yo, lo que produjo ciertas burlas por parte de mis amigos durante algunos meses. Pero cuando vieron que la cosa se ponía seria, es decir, nos fuimos a vivir juntos, terminaron los chistes. Creo que lo que más me llamaba de ella era su piel. Acariciarla era como si se estuviera rozando una suave seda. Recorrer sus curvas era una aventura interminable… No toleraba cuando ella se ponía en plan de periodista y comenzaba a indagar en lo que fuere...
Ese mismo día su pregunta sobre la corbata no me molestó, pues a mí también me dejó pensando. Jamás antes me había cuestionado cómo y por qué ese pedazo de tela llegó a apretarme el cuello. Julia lo miró con extrañez. Luego levantó sus ojos marrones y yo la miré como con ganas de pasar toda la mañana en la cama con ella.
- ¿Quieres que lo arregle?
- No. Es tarde y voy a perder el ómnibus.
- ¿Quién te enseñó a hacerte el nudo?
Empecé a usar corbata cuando comencé a trabajar. Nunca antes la había usado salvo para casamientos o fiestas de quince. Sin embargo siempre supe cómo hacer el nudo. La primera vez que Julia me vio ponerme la corbata, ella se acercó como cumpliendo con una tarea y comenzó a armar el nudo. Yo le quité la mano y le dije que podía solo.
- ¿Nunca antes te había visto usar corbata?
- Es lo que tiene trabajar.
- ¿Y cómo sabes hacer el nudo?
Con Julia las cosas siempre tambaleaban. Yo la amaba, claro. No por su cuerpo particularmente. Tenía un cuello demasiado corto que no tenía mucho que ver con su largas piernas. Era más alta que yo, lo que produjo ciertas burlas por parte de mis amigos durante algunos meses. Pero cuando vieron que la cosa se ponía seria, es decir, nos fuimos a vivir juntos, terminaron los chistes. Creo que lo que más me llamaba de ella era su piel. Acariciarla era como si se estuviera rozando una suave seda. Recorrer sus curvas era una aventura interminable… No toleraba cuando ella se ponía en plan de periodista y comenzaba a indagar en lo que fuere...
Ese mismo día su pregunta sobre la corbata no me molestó, pues a mí también me dejó pensando. Jamás antes me había cuestionado cómo y por qué ese pedazo de tela llegó a apretarme el cuello. Julia lo miró con extrañez. Luego levantó sus ojos marrones y yo la miré como con ganas de pasar toda la mañana en la cama con ella.
- ¿Quieres que lo arregle?
- No. Es tarde y voy a perder el ómnibus.
Saturday, July 11, 2009
Juego ibídem

Wednesday, July 8, 2009
Sunday, July 5, 2009
Wednesday, July 1, 2009
Paenza

Agónica deidad
Miro con preocupación inquieta el ligero uso que se le da en la actualidad a la palabra mito. Lo que más me rechina es como algunos noticieros televisivos entienden a este término como sinónimo de mentira. "Mitos de la Gripa A: No se contagia al aire libre...". Me gustaría ver las caras de algunas ninfas remolonas o de ciertas musas inquietas frente a un aparato televisivo. Tratar a un mito de mentira es tratar a realidad de falsa. Es decir que el olvido gana sobre la razón. Que el tiempo vence a la memoria. ¿Y no es acaso eso lo que quieren lograr los conductores de los informativos centrales...?
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