Sunday, June 28, 2009
Condena
Una de estas noches de tormenta vi cómo un rayo se marcó en el horizonte. Su efímera repercusión me dejó pasmado por unos segundos. Intranquilo. Incómodo. Ese breve momento de tensión, ese dispar sentimiento que me hizo pasar el rayo, fue sobrepasado minutos después por el olvido absoluto del asunto. Ya en casa me recosté en mi cama. Mi segundo en el cielo había pasado. Esa luz y sonido que había marcado el firmamento se estaba apagando. Por mi cabeza, de un centello, pasaron los momentos más relevantes de mi vida, como si eso sirviera para que mi destello quedara en la retina de alguien. Cerré los ojos y di mi último aliento.
Monday, June 22, 2009
Tatuajes que nunca me haré

- El escudo de mi equipo fútbol (tachando el escudo de la selección).
- El nombre de mi novia.
- El nombre de mi esposa (no necesariamente el mismo que el de mi novia).
- El nombre de mi amante.
- El nombre de mi nueva novia (tachando el de mi esposa..., y el de mi amante).
- El nombre de mi hijo.
- El escudo de la selección de mi país (tachando el de mi hijo..., es una historia muy larga...).
Saturday, June 20, 2009
Demasía
Monday, June 15, 2009
El cine

Juego
Thursday, June 11, 2009
Crimen
No me interesa cómo llegó hasta ahí el susodicho (ni los procesos químicos que provocaron su elaboración catastrófica). Sí estoy muy preocupado por el artífice del desastre, el autor material de la cosa como quien dice (aunque no sé si se puede definir como cosa a algo que carece de estructura sólida).
Las puertas del ascensor de cierta oficina pública de Montevideo se abrieron a las tres menos cuarto de la tarde de un jueves. Salió una persona menuda (si es que eso significa algo), uno ochenta, de traje. Posible sospechoso. En el segundo exacto en que cambiamos lugares todos mis sentidos se dispararon. Sonó una alarma de emergencia en mi nariz y los operarios encargados de la zona entraron en caos. Un dolor tremendo corrió por toda mi espina cuando se cerraron las puertas y me incliné, como si estuviera haciendo una reverencia.
El olor era insoportable y tuve que parar el ascensor a pocos pisos de subir. Abandoné el habitáculo a toda prisa (por suerte nadie ingresó en ese piso, ya que de ser así, sería yo culpable del homicidio). Tomé aire. Respiré profundo y subí por la escalera.
Cinco pisos pensando en ese sujeto. Fue él, lo sé. ¿Sonrío al dejarme pasar? Y sí él estuvo en la misma situación que yo cuando tuve que abandonar el elevador. ¿Pero no salió corriendo? ¿Podría alguien salir de un ascensor y dejar la escena del crimen sin decir nada siendo esta persona inocente? Fue él. Lo sé. ¡Y lo probaré! No, mentira.
Las puertas del ascensor de cierta oficina pública de Montevideo se abrieron a las tres menos cuarto de la tarde de un jueves. Salió una persona menuda (si es que eso significa algo), uno ochenta, de traje. Posible sospechoso. En el segundo exacto en que cambiamos lugares todos mis sentidos se dispararon. Sonó una alarma de emergencia en mi nariz y los operarios encargados de la zona entraron en caos. Un dolor tremendo corrió por toda mi espina cuando se cerraron las puertas y me incliné, como si estuviera haciendo una reverencia.
El olor era insoportable y tuve que parar el ascensor a pocos pisos de subir. Abandoné el habitáculo a toda prisa (por suerte nadie ingresó en ese piso, ya que de ser así, sería yo culpable del homicidio). Tomé aire. Respiré profundo y subí por la escalera.
Cinco pisos pensando en ese sujeto. Fue él, lo sé. ¿Sonrío al dejarme pasar? Y sí él estuvo en la misma situación que yo cuando tuve que abandonar el elevador. ¿Pero no salió corriendo? ¿Podría alguien salir de un ascensor y dejar la escena del crimen sin decir nada siendo esta persona inocente? Fue él. Lo sé. ¡Y lo probaré! No, mentira.
Monday, June 8, 2009
Wednesday, June 3, 2009
Cena

- No me parece muy descabellado que el tiempo, en vez de ser una cuestión rutinaria y rotativa, se transforme en algo real. Mi idea parte de la base de que se debería medir el tiempo siguiendo una lógica racional. Las horas deberían medirse de manera continua, sin que una sola hora se repita ni una sola vez. Así, cada minuto de nuestra vida sería único e irrepetible y podría ser grabado no sólo en la memoria sino también de manera espacial y temporal. Imagínese en un tiempo lejano recordando, "aquella cena que tuvimos en el minuto 123.422..."
Miré al mozo y le hice la seña de la cuenta...
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