El declive democrático

Con mi amigo M. llegamos a la conclusión de que la principal razón de la decadencia de musical actual se debe a la tecnología.

El razonamiento es simple. Antes, en la música, existían ciertas bandas referencia que marcaban por su singularidad compositiva una diferencia ante los demás. Pero esa diferencia no sólo era armónica, sino que también era estilística. Cuando iban a estudio, sus piezas llevaban un nivel de elaboración tan complejo que muy pocos en la época podían realizarlo, y otros pocos imaginarlo. Imaginación y ejecución eran claves. Grupos como The Beatles o Pink Floyd tuvieron una frontera creativa ilimitada y singular para la época y su trabajo en estudio revolucionó la forma de trabajar a la hora de grabar.

Ahora ya no es así. No existen bandas de referencias. Existen un montón de tendencias, una moda, un modelo, que salta a la moda por una o dos bandas y luego se esparce por el resto. The Strokes cuando salió en el 2000 muy pocos tenían idea de que era. Pero a los tres años todos tocaban y componían como The Strokes. Y no estoy hablando de imitar, me refiero a que sonaban igual.

Esto último es culpa de la tecnología. Los avances en materia de música han sido tan grandes que todos, con una simple pc y una entrada de audio, podemos hacer lo que queremos, y lo peor es que, nos queda igual. La democracia de la informática ha eliminado las sorpresas. Seguro que tendremos a bandas que nos sacudan de vez en cuando, pero ya no será lo mismo. La originalidad al componer no es igual. Ya todos estamos más despiertos, a cualquiera se le puede ocurrir meter sonidos raros en una canción, o algo peor, cualquiera puede hacerlo.

Sobre esto recuerdo algunas reflexiones de Chuck Palahniuk en el brillante Error humano. No está muy lejos lo que sucede con la escritura. Cualquier cualunque escribe (si no, mire a quién está leyendo). La modernidad le ha dado canales de expresión a todos. Todos tenemos algo que decir, y ahora tenemos cómo. El tema será si habrá alguien para escucharnos.