El martes fue la última clase con
él. Lo que más extrañaré no será las bromas sobre la grilla televisiva, la crítica sobre el periodismo, o sobre las publicidades locales. Eso puede seguir. Lo que más extrañaré sin dudas es ese nivel
monocorde de su voz, hablando muy bajo, en tono de sermón de amigo, reflexivo y sincero, cada vez que corregía los errores en mis prácticas (habituales, claro). ¿Y ahora qué hacemos?
7 comments:
Pues, no cometer más errores...
Triunfar, eimb, triunfar.
¡Y ahora qué hacemos!
No será fácil...
¿Y ahora qué hacemos?
¿Y ahora qué hacemos?
No sé por qué sale dos veces el comentario,problemas técnicos
¡Tratar de conquistar el mundo! Miro el lado positivo: lo tuvimos cuatro años. Ni más ni menos. Miro el lado negativo. Los de primero lo tuvieron un semestre. ¡Ay!
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