Pase toda la noche escupiendo sangre de mi boca. Pero no era sólo sangre, también era sangre coagulada que se formaba entre mis dientes y creaba una viscosidad desagradable que obstruía mi garganta. Dormí apenas dos horas y al levantarme, largué por la boca una masa gelatinosa de color rojo.
Ahora no sangra pero duele. Y estoy hinchado, muy hinchado. Pero ya se fueron. El círculo está completo. Ya no tengo más muelas de juicio.
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3 comments:
Mmm, qué imagen más desagradable la de la "masa gelatinosa"
Aprovechá
Metí mal el dedo y me salió ese post incompleto que no se a qué otra idea apuntaba...
En fin, suerte en esta nueva vida con dos problemas menos.
Umm, esto promete, sigue así y ya te veo con el collar de dientes...
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