Monday, March 31, 2008

Nota al pie: Cris, Cris, Cris-tina

Entre cortes de rutas y asados, entre bosta de caballo y leche podrida, la primera mandataria demostró que hay algo que nunca dejará de lado: la moda.

Los especialistas destacaron que en esta semana de cortes de ruta la presidenta, que según sus seguidores tiene que “poner huevo” para superar la crisis, lució más que nunca un variado repertorio de prendas que intentaron transmitir respeto a sus seguidores y firmeza a sus detractores. A pesar de eso, se le criticó a la mandataria el uso de los ya fuera de moda zapatos “stilettos” que parece ser más capricho que buen gusto.

Colores fuertes, tacos firmes y carteras de cuero intentaron demostrar que aunque se pase hambre por el desabastecimiento, igual se puede mantener la clase.

Thursday, March 27, 2008

El círculo funesto

Fue en la biblioteca eterna que narraba Borges, que encontré aquel libro maldito que contaba una historia sin fin ni recuerdo. El centinela de la torre me lo dio no sin antes advertirme de su contenido funesto. Es preferible seguir su camino, dijo. No le hice caso.

Las páginas gastadas por el tiempo hablaban de las ideas. Del hombre y su lucidez. Los pensamientos no son de uno, dice el libro, son de todos. Nadie es más original que su antecesor. Todos estamos expuestos al mismo pensamiento, lo único que cambia es la forma de enunciarlo y el tiempo. El ser humano ya ha pronunciado todos los postulados posibles. El hombre, esa máquina tan perfecta y lógica, no es más que un invento obsoleto atascado en un círculo infinito si retorno.

Y yo me di cuenta, que en ese mismo lugar, quizás mil años antes, quizás horas después, alguien tendría la misma revelación.

La sierra no me cierra

Cuando uno confunde una sierra con “cierra” significa que algo funciona mal. Por lo pronto este blog lo está. Su autor, que por primera vez se dirige a su escueto público (tan sólo tres lectores), se disculpa por los reiterados errores que se viene suscitando en este espacio. Lejos está de mí cometerlos. ¡Qué cosa desearía más que brindarles todo lo que yo tengo para decir sin ninguna interferencia ortográfica! Pero lo errores seguirán (no hay duda de eso). Y todo tendrá el final más lógico; el que uno merece; el que uno busca.

Wednesday, March 26, 2008

Don Mario y el Padre Marcos

Las discusión entre estos dos viejos amigos comenzó en un viaje de tren, en una de las tantas conferencias que se cruzaron. Continuó por correo, puesto que los dos estaban deseosos de esgrimir argumentos y más aún de recibir respuestas.

Años después encontré, entre el montón de cajas con polvo que guardaba el difunto Padre Marcos, una etiquetada con el nombre “Mario Menéndez Aparaín”. Escuché varias veces al religioso hablar de sus réplicas con don Mario, pero nunca había podido acceder a ninguna de esas cartas.

La complejidad de la discusión no tenía un inicio concreto, puesto que el real debate comenzó en aquellos trenes por las sierras de Bolivia, pero sólo una carta contenía varios temas o respuestas a una carta anterior. También la discusión se hacía incompleta porque sólo se tenía las respuestas de don Mario y apenas en algunas líneas citaba afirmaciones del Padre Marcos. Aparecía el planteamiento de la santidad de Jesús, si había sido realmente hijo de Dios, o si eso era un afirmación posterior a su muerte; don Mario citaba largas líneas de versos apócrifos y discutía los orígenes de José y su viaje a Egipto; Judas era visto como una obra del destino y no como un pecado.

Una de las últimas respuestas de don Mario se refería a la intangibilidad. Sostenía que, contrariamente a lo que afirmaba el Padre Marcos, resulta imposible sostener postulados científicos sin la fe. “Sería muy difícil afirmar la existencia del plantea Marte”, decía don Marcos, “sin que el colectivo científico tuviera fe en esa afirmación”. Defendía que el tratamiento de lo intangible, en todos los campos, requiere un exclusivo uso de la fe. No se puede tratar nada que no está a nuestro alcance si no creemos en ello o en los que nos plantean. “De lo contrario, querido amigo”, cerraba la carta, “nada de lo nuestro sería posible”.

Saturday, March 22, 2008

Amplitud modulada

La radio transmite información. Sólo unas pocas voces viajen a través de éter. Las calificadas. Las que valen. Detrás del vidrio: los demás. Los anónimos. Los que apenas salen. Detrás del vidrio queda todo. Los sentimientos, la pasión, las ganas de divertirse, de hacer algo diferente.

La radio sigue transmitiendo información.

Uruguay 1, Argentina 0

A diferencia de Buenos Aires, Bob Dylan sí habló en Uruguay.

P.D.: Larga vida a Gorzy.

Sunday, March 16, 2008

Descuidos

“El árbol que tú olvidaste, siempre se acuerda de ti”. No habla de un jardinero. Menos habla de un guardabosques. Habla de una madre. Un Padre. Un hijo. Una mujer. Un hombre.

Olvidar. Es un crimen tan condenable como matar. Darle paso al tiempo por sobre la memoria. Pensar que eso ya es parte del pasado. Olvidar. Por más que lo queramos hacer, “El árbol que tú olvidaste, siempre se acuerda de ti”.

Saturday, March 15, 2008

Todo queda en el pasado

El emperador deseaba ser poderoso. Y para él, el poder estaba en demostrar inteligencia.

Compró millones y millones de libros pero le fue imposible terminarlos. Contrató a los mejores profesores de todo el imperio pero de nada sirvió. No sabía nada.

Cansado de quedar humillado ante los más intelectuales de su séquito, decidió eliminar el antes. Decretó que a partir de ahora, el tiempo comenzaba a correr. Que no había existido nunca un pasado. Que la historia comenzaba ahora. Así, nadie podría saber más que él porque, en realidad, nada había pasado.

Friday, March 14, 2008

Rayones de enero (7)

_La vuelta a La Paz, luego de las ruinas, fue tranquila. La noche se repartió entre bebidas y reflexiones de la vida. La vista de la noche de La Paz desde el balcón del hotel es hermosa. Engaña por algunos momentos. Hace pensar que allí nadie sufre. Que nadie pasa hambre. Que hay un poco de felicidad para todos.

_Oscar, nuestro nuevo amigo, nos espera temprano a la puerta del hotel para emprender el viaje hacia el norte de Bolivia. Vamos a Copacabana. Los mareos vuelven a molestarme y José me ubica en la parte delantera de la camioneta con Santi –por si me da por vomitar. Los dos sufrimos el acoso del tufo boliviano de Oscar.

_Comienza a llover cuando abandonamos La Paz. Oscar y José usan los impermeables para cubrir las mochilas pero el viento puede más. La lluvia afloja y seguimos el camino hasta llegar al estrecho de Tikina.

_La única forma de cruzar el estrecho es en bote. No hay puentes ni nada por el estilo. Subimos todos a una barcaza y vemos como la camioneta de Oscar sube a una balsa que lleva varias camionetas. El cruce es de apenas diez minutos y volvemos a la ruta. La carretera zigzaguea por la montaña. Finalmente estamos en Copacabana, a orillas del frío Titicaca, acomodando las cosas del hostal.
_El día se consume pero igual decidimos subir al Cerro del calvario. Una montaña de 400 metros de altura que en su ascenso, muy empinado, recrea el vía crucis de Jesús. Los colonos españoles solían subirlo de arrodillas. Nosotros preferimos ir a pie. Recuerdo llegar al primero de los dos descansos y decir casi sin aliento: “Si que tenía fe este Jesus”, y a Vicky responderme, “Claro que sí, pero aprovechemos a descansar lo que él no pudo”. Al costado del camino de subida, cada 30 metros, se encuentran unas cruces. Todas las cruces están sobre una base ancha y alta de piedra con una baldosa al frente donde se lee un texto que recuerda distintas penurias del vía crucis. Las bases están llenas de pequeñas piedras sueltas dejadas por creyentes que pasaron por allí. Al final del camino nos encontramos con una gran cruz y otras detrás de ella que recuerdan a algunos santos –perdón mi ignorancia. La cima es espectacular. La vista de Copacabana, del lago, las montañas…, todo se encuentra en un estado armonioso y perfecto. Yo pienso que tengo suerte de estar allí.

Dime que me quiere mucho

Felipe ha muerto. Afirmación cruda si las hay. Pero es verdad. Al menos el médico lo dice. Y mi abuela siempre me ha dicho que hay que creerle a dos personas: a los médicos y a los de las noticias.

Su alma, luego de una vida de dudosa fe religiosa, llegó al cielo. Después de hacer los tramites pertinentes consiguió pasar. Ahora sólo le faltaba una cosa: la entrevista. Llegó temprano, pues a Él no se le puede hacer esperar mucho. Su número era de más de nueve millones de cifras, por eso la secretaria sólo le pidió las últimas diez.

Pasó. La oficina no era gran cosa. Quizá porque la monotonía de las paredes de nubes no se podía cortar ni con un cuadro, ni con un helecho. Se sentó y espero al llamado. Él habló. Pero claro, no lo pudo ver, lo que desilusionó un poco a Felipe.

- Bien, Felipe, bienvenido. ¿Cómo te sientes?
- Para estar muerto no está nada mal…
- Siempre con ese humor para cortar con tu nerviosismo…
- Perdón. No sabés lo difícil que es hablarle a una nube.
- Dime Felipe. ¿Cuál es tu deseo?
- ¿Cómo?
- Sí, ¿qué es lo que quieres?
- Pero… no entiendo…
- Cuando llegas aquí, tiene la oportunidad de pedir lo que quieras.

Felipe se rasco la pera un rato.

- ¿Puedo pedir lo que yo quiera?
- Sí, hijo mío.
- ¿Lo que sea?
- Sí.
- Y por qué no me comentaron esto en la iglesia.
- Felipe, si la gente supiera que cuando se muere puede tener lo que quiera, te imaginarías cuánta gente se suicidaría.
- Es comprensible…
- Bueno, pero vamos, dime qué es lo que quieres. La mujer más linda del mundo, un auto deportivo, vivir en una mansión con setenta baños…
- ¿Quién querría vivir en una mansión de setenta baños?
- Viene mucha gente vieja acá, para ellos los baños son importantes…
- Ah…

Felipe pensó de nuevo. ¿Qué era lo que quería? Su cara se iluminó de repente.

- Quiero que María me dé bola.
- ¿Cómo?
- María, mi compañerita de sexto. La del pelo rubio…
- Sé quién es. Lo que me pregunto es por qué quieres que “te dé bola”.
- Pues…, ese es mi deseo –afirmó Felipe con los brazos cruzados.
- Hum…

Hubo un silencio. Hasta que Él habló de nuevo.

- A ver, cómo decirlo… Si María, no te quiere, si te dijo que no, ¿por qué insistir? A mí me quedó bastante clara su postura. Si no te quiso en vida, menos te va a querer en la eternidad…

Él tenía razón…, claro. Felipe quedó perplejo. Después de un rato de discusiones salió de la oficina y se fue a su mansión de setenta baños. Él también tenía sus años.

Friday, March 7, 2008

Estudios

La Sociedad científica alemana (SCF), publicó recientemente su informe anual en el cual plantea un estudio de campo intensivo. Concluyeron que el nivel de exigencia del hombre en un boliche debe ser inversamente proporcional a la hora. Según el sondeo que se realizó, los datos arrojan que cuanto más tarde es, menos se puede pedir de una mujer.

El estudio fue presentado este sábado en la asamblea magna de la SCF, a las 20 de la noche. El acto culminó abruptamente a las 22 horas, cuando los científicos abandonaron la conferencia por motivos personales.

Licenciado

- Ustedes pensarán –dijo el licenciado-, que yo soy un idiota.

Y nadie dijo nada.