Thursday, November 30, 2006

Hola, muñeca…

Mi única vista al traumatólogo fue cuando me quebré la muñeca ( *). Nunca olvidaré el dolor, esa puntada en mi mano que se intensificaba con cada movimiento.

Tampoco me olvidaré cómo me la quebré. Estábamos en educación física. Final de Fútbol 5. Cobran penal. Yo de golero. Lo atajo. Y crack. No puede existir una forma más estúpida de quebrarse.

Mi profesor, que me acompañó hasta la dirección a llamar a mi madre, repetía una y otra vez “no es nada, no es nada”. “Fractura de muñeca” sentenció el traumatólogo.

Cuando me sacaron el yeso, un mes más tarde, me desmayé mientras miraba cómo lo cortaban con un sierrita. Una experiencia inolvidable. Bueno, por lo menos atajé el penal… por cierto, perdimos 4-1.


* Espacio reservado para el chiste de doble sentido de Nacho Chans.

Resultado

pachu dice:
como te fue?
eimb dice:
7
eimb dice:
mediocre
eimb dice:
pero bien

Odio la época de resultados.

Friday, November 24, 2006

Luz de mesa


Mi cuarto es de dimensiones minúsculas. Suelo hace siempre el mismo chiste: “cuando entras ya estás afuera”. Apenas hay lugar para la cama, mesa de luz, y algunas cosas más. Una de las razones por la cual no paso mucho tiempo allí. Muy pronto me mudaré a un cuarto que es cinco veces más grandes, lo que significara todo un dilema para mí, después hablaremos.

He aquí mi mesa de luz. La foto no está trucada. Es así. Una mezcla de cosas: Paquetes de pastillas; libreta para anotar todo lo que se me ocurre; dos relojes (un despertador y uno de mano que dejé de usar); el celular; alguna pila que dejé de usar; el “aparato” contra mosquitos (me cansé de aplastarlos); cd´s, agua (siempre me voy a dormir con un vaso de agua); un chapita de “Te ganaste una Pepsi” que nunca cambié…

Wednesday, November 22, 2006

Bazooka Joe

Iba por Bulevar. Tranquilo. El calor me hacía caminar despacio. Miraba el cielo. Gran error. Nunca mires al cielo si caminas por al calles de Montevideo.

De repente, mi paso aminora. Siento que mi pie izquierdo no puede despegarse del suelo. Había pisado un chicle, ¿cómo al gente puede ser tan sucia?. No le presté atención. Seguí caminando como si nada, hasta que decidí investigar porque empecé a renguear.

El chicle había atrapado en su camino un pucho, una hoja, y resto de pedregullo. Levanté la pata y contemplé por primera vez el desagradable espectáculo:

El pucho: me hizo acordar a aquella vez que quise fumar, fue imposible. No fumo no sólo por ser hijo de neumóloga, también me parece estúpido.

La hoja: me hizo acordar al otoño, una estación que no me va ni me viene.

El pedregullo: me hizo acordar a las épocas en que jugaba fútbol en la plaza Varela, donde todo era tan fácil.

Pensar que todo eso por un puto chicle.

Saturday, November 18, 2006

“¡Qué no te madruguen, Felipe*!”

Paz, Popi, eimb (Defensor) / Mery (Paysandú)

Así se dividió nuestro mundo entre mis amigas cuando fuimos al Cilindro. Volví a las canchas diría Pablito Rossi. Volví a ver a Defensor. Algo que dije que nunca volvería hacer, por el sufrimiento que me causa ver un partido de Básquet. Pero volví igual.

Volví a sentir los gritos de los viejos y las viejas (lo mejor de ir al Básquet). Volví a comerme las uñas. A gritarle cosas a los jugadores. A calentarme con los jueces. A mirar el reloj cada 30 segundos como si tuviera un tic. En fin, a sufrir.

Defensor perdía por trece. Se nos caía el mundo abajo. En la remontada, la mesa se come un punto, no era 69-75, era 70-75. “¡Qué no te madruguen, Felipe*!” le gritan al delegado de mesa de Defensor, que nunca se dio cuenta del error en el marcador. La remontada es heroica. Pero igual perdemos en la hora.

Mery sonríe. Yo me caliento.

* Inventé el nombre del delegado de Defensor porque me lo olvidé, no lo anoté. Grave falta en una costumbrista que Josean sabría sancionar.

Extra

Abrir el diario y encontrarse con noticias de ayer, hoy y mañana:

Bordaberry y blanco a la cárcel
Gargano y Díaz a la cámara criogénica.

Dice Arana: Las plantas de Celulosa no sólo no contaminan sino que también hacen bien para el cáncer de pulmón
Según el ministro las fábricas tienen propiedades curativas.

Terroristas secuestran avión de Puritas y lo estrellan contra el Panamericano
El avión se desarmó antes de tener contacto con el edificio.

Michael Jackson abre una tienda de ropa de bebe
El artista pop quiere limpiar su imagen y limpiarse algunos bebés también.

Los shakers, aunque están más viejos y seniles, siguen robando la plata
Esconden dentro del bombo pastillas de viagra, para la ateroesclerosis y cajas de Jalea real cabral.

Título y copete, como me enseñó Josean. De seguro encontrará errores... y los corregirá.

Wednesday, November 15, 2006

1.69 centímetros

Verifiqué dos veces el aparato. La escala de medida parecía estar bien, pero el resultado no. 1.69. “¡Caramba!” dije – por no reproducir lo que realmente dije-, “¡perdí un centímetro de altura!”.

¿Qué es un centímetro para vos?, se preguntará el lector, si es que aún sigue leyendo el post. Pues un centímetro no es nada para Michael Jordan, pero para mí es más que mucho. Significa no llegar a ese plato que está en lo más alto de la alacena (linda palabra), mirar a todos desde arriba, no sé.

Y más cuando mi amiga Popi me dijo que no puedo salir con una mina más alta que yo. ¡Uf! ¡Qué gran mentira! No voy a elegir una mujer por su altura. Pero si fuera verdad, imagínense en cuanto se limita mi “rango de alcance” (brillante expresión).

Pensemos en positivo, capaz que ahora sí me dejen entrar al pelotero de Mc.dolnalds.

22

Me gusta caminar. Más con su compañía. Pero hoy llovía, y me amigo Gabo, que está siempre dispuesto a llevarme, hizo lo propio.

Me bajo del auto y cuando estoy cruzando la calle, frena un Fiat uno que no me deja cruzar. Baja la ventanilla la copilota.

- ¿La calle 21 de setiembre? –preguntó. Estábamos en la calle 21 de setiembre.
- Es ésta –le dije.
- ¡Ah!, bueno. ¿Y la 22?
- ¿Cómo?
- ¿La calle 22 de setiembre? – el conductor miraba desorientado.

Hasta donde yo sé, por lo menos con el conocimiento que yo tengo de mi barrio, no existe ninguna calle 22 de setiembre por ahí.

- La verdad que me mataste.
- Bueno, muchas gracias.

El auto se alejó y pude ver la chapa “MBA…”. San José, del interior. Evidentemente el que le dio indicaciones, no se los quería encontrar.

Tuesday, November 14, 2006

Errar

Cometo muchos errores. Todo el tiempo. Dice que me critico mucho. Es verdad. Pero también es verdad que me equivoco.

Hoy la pifié mal. Treinta grados. Calor sofocante. Todos transpirados. Y yo…, con una remera negra de manga larga.

Siempre tengo problemas para vestirme, en general agarro lo primero que se me cruza, e intento que no se repita la vestimenta.

Sí, sí, hoy no la pegué con la remera.

Thursday, November 9, 2006

A la alemana


No me puedo mover. La comida alemana tiene eso. Me mató. Llena, llena demasiado. Por suerte siempre tienen una buena cerveza para bajarla. Al nonino entenderá.

Wednesday, November 8, 2006

Bitácora de un día de mal humor: 1 - Cuando la tecnología falla

Me acosté en mi cama, esperando como un estúpido, esperando que el madito celular hiciera alguna señal de que recibió un mensaje. Esperé. Esperé mucho. Demasiado. Nunca llegó nada. Intente mandar un mensaje. No me dejó. Hice una llamada que confirmó mi malestar: efectivamente me había mandado mensajes, ¡y cinco!

Me enojé. Mucho. Dicen que yo me llevo demasiado bien con la tecnología. Para mí, es más que nada una ciencia intuitiva, yo le busco la vuelta a las cosas, y ta, de vez en cuando me salen. Pero esto me superó. No sólo arruinó mi tarde, sino que terminó de rematar mi mal humor mezclado con sueño que había cultivado durante todo el día.

Son en esos momentos en que me acuerdo del querido Carlos Tanco: “para eso es bueno tener un perro, para pegarle y descargar en él todas nuestras frustraciones y fracasos”.

Bitácora de un día de mal humor: 2 - El banco estaba vacío

Me senté solo. Mi perro me acompaño. Miré a todos lados intentando encontrar a alguien. No pasó nadie.

De la nada se acercó una chica. Iba a ver la murga joven, supuse. Frena el paso.
- ¿Tenés fuego?
- No fumo, disculpá.
- Lástima.

El banco estaba vacío. Mi perro ocupo su lugar. Maldito celular.

Bitácora de un día de mal humor: 3 - La lasaña fría

Entramos a casa. Mi perro, ya sin correa, me siguió. Fui a abrir la puerta del ascensor para darme de cuenta de lo peor: no funcionaba.

Subir las escaleras no fue lo peor, lo peor fue darme cuenta de que al salir malhumorado me olvidé de que estaba la comida esperándome. Comí lasaña fría. La hazaña fue comer lasaña.

Thursday, November 2, 2006

Juicio

Las muelas dieron su sentencia.

- El acusado, eimb, sufrirá dolor por varias semanas hasta que sea revisado por el especialista indicado.

“Varias semanas” repetí internamente. No lo podía creer. Miré a mi abogado, me miró con cara de “Quédate quieto eimb. Ta’ todo bien, esto es flor de negocio. Pensá que hay gente que la tienen que operar y hasta a algunos que sufren todas su vida”. Qué mirada tenía.

Wednesday, November 1, 2006

Es Halloween

Estaba tirado en el sillón mirando la tele. Estaba en lo de mi tía, en Carrasco, y parecía que nada me podía sacar del sillón. De repente entra mi prima al living con una gran bolsa de caramelos.

- Eimb, ayúdame a repartir caramelos a los que toquen timbre.
- ¿Lo qué?
- Es Halloween.

No entendí mucho qué me quiso decir. ¿Halloween? ¿Acá? Me mantuve incrédulo en el sillón hasta que sonó el timbre. No lo podía creer.

Salí hasta el portón y ahí estaban tres niñitos disfrazados. Uno llevaba una máscara con la cara de Reinaldo Gargano; otro una máscara con la cara de Tabaré Vásquez; y el último una máscara con la cara de Gonzalo Fernández. No entendí mucho los disfraces, pero antes de que pudiera decir algo, Gargano empezó a hablar.

- Hola. Queremos caramelos. En lo posible que sean de China, o de Finlandia, pero no queremos de Estados Unidos.
- Bueno –dijo Tabaré-. En realidad de Estados Unidos también nos viene bien, o sea, cualquiera nos viene bien…
- Pero, no habíamos quedado que no queríamos nada de Estados Unidos…
- Sí sí, pero cambiamos de opinión. Acordate que esta oportunidad de que nos den caramelos puede darse una sola vez…

Fernández se mantuvo callado. Pero cuando se dio cuenta que la discusión se extendía, los calló a los dos de un grito y me miró a mí.

- Mirá pibe, los caramelos me los das a mí, sean yankis, chinos , finlandeses. Dame los dulces y no molestamos más.

Agarró los caramelos y los repartió en partes desiguales a los otros dos chicos. Así funciona la democracia.